Y tú, ¿ya has usado Pokemon GO en la Sagrada Familia?

La fiebre de Pokemon GO inunda también la Sagrada Familia. Descubre algunas curiosidades sobre la fiebre que ha afectado a pequeños y no tan pequeños. 

La fiebre de Pokémon se apodera de ciudadanos y turistas en Barcelona. Se trata del juego de realidad aumentada de Nintendo y Niantic que deja a los ya emblemáticos Pokémons correr libres por las calles. Para usar la aplicación, es necesario disponer de un smartphone Android o iOS y descargarla en Google Play o App Store. La revolución ha venido marcada por aunar dos conceptos que aportan una experiencia social y tecnológica como nunca habíamos disfrutado. 

Pokémon lleva 20 años en el mercado y ya ha acumulado 12 videojuegos, series, películas, cómics y merchandising. Todos ellos han acompañado a niños y adolescentes desde la década de los '90. Ahora con Pokémon GO podemos volver a disfrutar del fenónemo: la popularidad del software ha superado a aplicaciones como Tinder y ha supuesto la revalorización de las acciones de Nintendo y Niantic. Además, ha ocupado los titulares de muchos informativos en nuestro país. 

En la Sagrada Familia
Pokémon GO está invadiendo las calles de todas las ciudades, especialmente de los puntos más emblemáticos. Los informativos han explicado cómo el fenónemo de realidad aumentada ha causado grandes masificaciones en los parques más importantes de Estados Unidos, monumentos y calles principales. La Sagrada Familia es uno de los puntos de interés turístico más importantes de la ciudad y para Pokémon GO, lógicamente, no podía pasar desapercibida. Además de los turistas que quieren disfrutar de un paseo arquitectónico por nuestra ciudad, ahora familias, niños, adolescentes y más de un adulto, pasean por las calles así: porque sí. Porque pueden capturar Pokémon y disfrutar de la realidad aumentada con unos personajes que han marcado la infancia y la adolescencia de muchos de nosotros.

En redes sociales han proliferado las cuentas especializadas en la materia para ayudar a los usuarios a disfrutar de la experiencia. Algunos ejemplos son @PokemonGObarna en Twitter, que también dispone de un canal en YouTube. Además, han desarrollado un mapa con la geolocalización de Pokémon, pokestops y gimnasios en toda Cataluña: solo hace falta ver un mapa para sentir la invisible invasión de la fiebre Pokémon GO.

Los beneficios de Pokémon GO
La aplicación de Nintendo y Niantic ha conseguido fomentar la actividad física: hay que salir de casa sí o sí si queremos conseguir acumular Pokémon, entrenar o combatir. De esta forma, son muchas las personas que pasean diariamente por la ciudad mientras juegan. Además, permiten ir a lugares emblemáticos con la excusa: lugares que, pese a estar en nuestra localidad de residencia, no visitaríamos. Esto es gracias a que las pokestops en las que recuperar pokeballs están situadas en puntos estratégicos. Finalmente, también fomentan las relaciones interpersonales, intergeneracionales y dentro del núcleo familiar: no solo compartimos la afición con otros miembros de nuestra familia, sino que también conocemos a personas de diferentes edades que nos ayudan a seguir avanzando en el juego. 

Para el sector del comercio la fiebre de Pokémon Go también ha traído grandes beneficios. Son muchos los comercios que han utilizado la parte de pago de la aplicación para sus acciones de marketing: desde convertirse en pokestops o poner cebos que atraen Pokémons durante 30 minutos. Sea como sea, con un uso responsable, ético y moral, lo cierto es que Pokemon GO es un gran avance dentro de la experiencia con el smartphone y los juegos.

Los peligros del juego de realidad aumentada
Las principales críticas a la aplicación están relacionadas con el consumo de batería, la saturación de los servidores, el hecho que los peques se adueñan de los teléfonos de los padres y el consumo de datos del dispositivo móvil. Respecto a esta última crítica hay que destacar que, concretamente en las inmediaciones de la Sagrada Familia tenemos dos gimnasios y numerosos puntos de interés, con lo que podemos utilizar las redes WiFi. 

Existen otros peligros igualmente criticables: la privacidad (la aplicación requiere la información de nuestra cuenta de Google y, además, tiene nuestra geolocalización en todo momento), los peligros relacionados con las distracciones (los viandantes, las farolas y los bancos continúan existiendo) y los posibles enfados de las personas que crean que se está tomando una instantánea de ellos.